En este sentido, Mas se ha mostrado “muy tranquilo” y convencido de que “los beneficios de este acuerdo superan de largo los costes que pueda haber”. “En los próximos días se verán con toda claridad los beneficios de esta decisión, para el país y para el proyecto que estamos defendiendo, que tantas voluntades ha llegado a reunir estos últimos años “, concluyó.
El jefe del Gobierno ha insistido en que, a pesar de que le han ofrecido muchos, no quiere cargos, porque “no se trata de cambiar un cargo por otro”, y ha añadido que, “a partir del lunes, seré ex”. Mas ha revelado, sin embargo, que no se retira de la política y que destinará “esfuerzos personales a rehacer lo que significa CDC y todo lo que representa”. También hizo notar que con la decisión que ha tomado hoy queda “absolutamente libre del compromiso “que había hecho público no volverse a presentar después de 18 meses si se le dejaba terminar el proyecto político catalán.
Garantizar la estabilidad del Gobierno
A lo largo de su comparecencia, el presidente Mas ha ido desgranando las cláusulas del acuerdo. Una de las más destacadas es que ha propuesto que el actual alcalde de Girona y presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), Carles Puigdemont, sea investido presidente mañana en primera votación por el Parlamento de Cataluña. Ha mostrado su “plena confianza” en Carles Puigdemont y expresó su convencimiento de que ejercerá este cargo de manera “altamente eficaz y positiva”. “Es un alcalde activo, que tiene experiencia de gestión, que sabe qué quiere decir la Administración y el contacto directo con la gente y que tiene muy claro el proyecto de país”, manifestó.
En este sentido, el jefe del Ejecutivo se ha puesto “a disposición del futuro presidente de la Generalitat con todo y por todo, y del nuevo Gobierno de Cataluña”, a quien “ayudaré con todo lo necesario y se me pida, sin reservas ni pedir nada a cambio, y especialmente hacia cargo”.
Aparte de llevar adelante la investidura del futuro presidente, el acuerdo recoge “el compromiso explícito de la CUP de garantizar la estabilidad parlamentaria”. “Mi obsesión era garantizar la estabilidad del Gobierno de la Generalitat”, ha manifestado Mas, y ha reconocido que “teníamos el riesgo de una inestabilidad permanente tal como había quedado el país, incluso en caso de que hubiera salido mi investidura”. Así, dos diputados de la CUP se incorporarán a la dinámica parlamentaria de Juntos por Sí “para que se pueda hacer el trabajo”. “Lo que no dieron directamente las urnas se ha corregido para la negociación”, manifestó el jefe de gobierno. Además, el acuerdo también prevé que la CUP “reconozca públicamente y asuma las consecuencias” de los errores cometidos durante las negociaciones, con una renovación de la composición de su grupo parlamentario.
Con el acuerdo, concluyó el presidente Mas, “el proyecto está vivo, el proceso queda salvado, el Parlamento podrá empezar a funcionar y el Gobierno podrá hacer el trabajo que tiene que hacer con la garantía que no le tumbarán las cosas”.